martes, 1 de febrero de 2011

Lectura de poemas en 1º y 2º de Primaria

Lejos de parecerles ridículo memorizar poemas infantiles, un grupo de alumnos de 1º y 2º de Secundaria de mi colegio lo pasó en grande recitando versos a los niños de Primaria. Pero si ellos disfrutaron, más lo hicieron los pequeños, que descubrían entre tanta palabra mágica que ellos, en apenas 5 o 6 años, también serían capaces de proclamar a los cuatro vientos, tan bien como "los niños grandes", poemas como éste:
a
El sapo verde
a
Ese sapo verde
se esconde y se pierde;
así no lo besa
ninguna princesa.
a
Porque con un beso
él se hará princeso
o principe guapo;
¡y quiere ser sapo!
a
No quiere reinado,
ni trono dorado,
ni enorme castillo,
ni manto amarillo.
a
Tampoco lacayos
ni tres mil vasallos.
Quiere ver la luna
desde la laguna.
a
Una madrugada
lo encantó alguna hada;
y así se ha quedado:
sapo y encantado.
a
Disfruta de todo:
se mete en el lodo
saltándose, solo,
todo el protocolo.
a
Y le importa un pito
si no está bonito
cazar un insecto;
¡que nadie es perfecto!
a
¿Su regio dosel?
No se acuerda de él.
¿Su sábana roja?
Prefiere una hoja.
a
¿Su yelmo y su escudo?
Le gusta ir desnudo.
¿La princesa Eliana?
Él ama a una rana.
a
A una rana verde
que salta y se pierde
y mira la luna
desde la laguna.
a
aaaaaaaaaaCarmen Gil

domingo, 31 de octubre de 2010

Correteando por los jereles

Hoy escribo aquí, todavía con el sabor de la gastronomía jerezana en la boca. Cuando se viene el frío -aunque sólo se trate del viento que lo anuncia- a uno le entran ganas de correr. El invierno es el tiempo de la reflexión y ésta se esconde también en la soledad del corredor de fondo. Como en la escritura. Como en el blog.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Intento de reapertura

Leyendo la entrada de Spes me han entrado ganas de volver a escribir aquí. No sé muy bien qué voy a contar cinco meses después de la última entrada y más de un año después de la primera. Eso sí, será breve, porque de amigos, trabajo y otras ocupaciones ando servido, pero de tiempo necesito ración doble.

jueves, 27 de mayo de 2010

Descripciones

Se trata de una actividad realizada con mis alumnos de 1º de E.S.O. Consistía en la descripción de objetos cotidianos como si se fuera completamente ajeno a ellos y a su uso. Selecciono estas tres:

Una regla

Es una especie de lanza escrita, pero sin punta. Parece que se puede utilizar para azotar a las cosas y también tiene muchas líneas que le salen por los lados. Supongo que será para distraer a la víctima. Seguro que es un arma.

(Ignacio R.)


Un cuaderno

Está formado por unas láminas finas, cuyos lados son como cuchillas que cortan. Todas ellas tienen líneas como lanzas que forman rayas cruzadas. Una serpiente pequeña da vueltas sin parar, su cabeza y su cola enganchadas están.

(Alberto M.)


Unas tijeras

Es un objeto extraño. Al moverlo hace un ruido que da escalofrío. Creo que es un instrumento musical. Tiene dos agujeros, pero no son para soplar. También puede ser un pincel porque al frotarlo con la piel hace pintura roja.

(Javier M.)

lunes, 26 de abril de 2010

XVIII Media Maratón Ciudad de Jerez

Éste es el resultado de los arduos entrenamientos de feria, esto es, de las largas tiradas por las calles del real y de las 4 series de sevillanas realizadas con tesón una y otra vez. No penséis que soy un inconsciente, en tan duro entreno no faltaron el avituallamiento y la hidratación.

jueves, 15 de abril de 2010

Literatura social

Anoche me hablaba un escritor sobre la importancia de la literatura social y no terminaban de convencerme sus razones, esta mañana leo que la literatura "mas allá de encarnar una herramienta de acción social es un acto de rebeldía en sí mismo, una opción personal para interpretar el mundo desde una determinada óptica". Estas son palabras mayores. Por eso remito al artículo completo, sin desperdicio y con una fotografía extraordinaria.

martes, 13 de abril de 2010

De la experiencia a la trascendencia

Las referencias palpables de los poemas los anclan a la realidad y evitan que el lector piense que el poeta se refiere a un simple tópico. Así me lo hizo ver doblemente mi amigo Alberto, primero al corregirme un texto y después al recomendarme La niebla, de José Mateos, en uno de cuyos poemas vi, paradójicamente, con extrema nitidez la importancia de la alusión experiencial, no por ser fin en sí misma, sino por dar pie a la trascendencia del poema.